martes, 24 de noviembre de 2015

Batalla del Llano de Goldur

Contexto

A mediados de 1587 del cómputo lindoniano, las fuerzas de la alianza de Lindium penetraron en las tierras del Imperio de Sharpast con un ejército que debía sorprender a las huestes imperiales y provocar la caída de Mulkrod para acabar con la agresividad que el Imperio venía mostrando desde la llegada de tan ambicioso emperador. Para ello debían derrotar en campo abierto al ejército imperial o tomar la capital: Sharta, obligando a Sharpast a negociar un tratado favorable a Lindium y permitir la independencia del recién conquistado reino de Lindium. 

Durante la campaña las fuerzas de Lindium habían conquistado una ciudad clave para el aprovisionamiento del ejército: Rwadon y habían obtenido la alianza de otra importante ciudad que se había independizado del Imperio: Lwigthug, facilitando la llegada de provisiones del ejército en su larga marcha hacia el corazón de Sharpast. Un enfrentamiento de pequeña envergadura en las Colinas de Hast se había saldado con la victoria de la alianza, que se había topado con una pequeña fuerza que trató de contenerles en una posición fortificada. Tras la pequeña victoria en Hast, el ejército de Lindium, con el camino libre, siguió avanzando hacia Sharta con la moral alta debido a las pequeñas vitorias obtenidas al principio de la campaña, pero mientras seguían su camino el Imperio reunía un gran ejército para repeler la invasión.

Contedientes

Para la batalla las fuerzas de la alianza reunieron un ejército de más de 70.000 hombres, de los cuales 8.000 eran jinetes de caballería pesada.
Mercenario de Ibahim

Sharpast había reunido un ejército mucho mayor: 120.000 hombres de los que casi quince mil eran cabellería. Dentro del ejército plurinacional de Sharpast había un importante cuerpo de mercenarios, un total de 30.000 hombres, dentro de los cuales estaban los mejores combatientes de Sharpast: los mercenarios de Ibahim, armados con grandes hachas, un cuerpo de elite que dedicaba su vida a una sola cosa: la guerra. Otras unidades del ejército imperial eran los vegtenos, un cuerpo de infantería media, compuesta por tropas provinciales de dudosa lealtad y escasa eficacia, con un total de 35.000 infantes. Por último se encontraba la mejor infantería del Imperio, las tropas nacidas en la propia Sharpast, un total de 40.000 hombres de infantería pesada, muy bien entrenados y armados.

El terreno

El campo de batalla fue elegido por el bando de Lindium que, sabiéndose en clara inferioridad numérica, buscaron un terreno donde el enemigo no pudiera rodearles con facilidad. Al encontrarse en los Llanos de Goldur, todo el terreno era un gran herbazal llano, lo que facilitaba las maniobras imperiales, pero dentro de aquella inmensa planicie encontraron un terreno más apto, con unas colinas que permitirían proteger uno de los flancos del ejército de la caballería imperial. Los oficiales de Lindium decidieron que librar la batalla allí era la mejor opción.

Comandantes

Sharpast: Mulkrod como comandante en jefe; Menkrod y Marmond comandantes de caballería; Rühr, al frente de los vegtenos, Imril al mando de los mercenarios y Milust, comandando a los sharpatianos. Otros personajes importantes que aparecen: Solrac, líder de la Orden de Zurst y Reivaj, guardaespaldas de Mulkrod.

Infante de Vanion
Lindium: Nairmar comocomandante en jefe del ejército ese día; Valghard, al frente de la caballería; Nulmod defendiendo la colina; Glorm, al mando de la infantería de Landor; Gwizor liderando a la infantería de Vanion; Neilholm, comandando a la infantería de Hanrod. Otros personajes que aparecen: Arnust, mago de Oncrust; Halon, su aprendiz; Maorn, el portador de la espada.

Plan de batalla

El plan de Mulkrod consistía en desbordar los flancos de Lindium con su caballería más numerosa, para así atacar su retaguardia y poner en fuga al enemigo, al mismo tiempo que su infantería aplastaba a la del enemigo con su superioridad numérica. La infantería imperial se colocó en tres líneas de ataque: primero los vegtenos, luego los sharpatianos y por último los mercenarios. En los flancos dividió por igual a su caballería.

Las fuerzas de Lindium idearon una treta para engañar a Mulkrod y que éste cayera en la trampa que le habían preparado: fortificaron la colina en el flanco izquierdo de Lindium y prepararon a un pequeño cuerpo de caballería para atraer a los jinetes imperiales en el flanco derecho hacia la trampa, siendo recibidos por oleadas de proyectiles, para que luego, en la parte más alta de la colina, se toparan con una defensa inquebrantable. Al mismo tiempo la infantería de Lindium en el centro contendría a los infantes enemigos mientras la totalidad de su caballería se enfrentaba al resto de los jinetes imperiales en el flanco derecho.

El ejército de Lindium se colocó formando dos líneas de infantería: en la izquierda los soldados de Landor, en el centro los de Vanion y en la derecha los de Hanrod. La caballería se situó en el flanco derecho mientras que en la colina dejaron a los arqueros y la infantería ligera defendiendo las fortificaciones: 4.000 infantes.

Batalla

La caballería de Menkrod choca contra las defensas en la colina
Mulkrod, sabiéndose en superioridad numérica y sintiéndose muy seguro, llevó la iniciativa en todo momento. Primero atacaron los vegtenos, siguiendo el plan previsto, al mismo tiempo que la caballería de los dos flancos atacaba a los jinetes de Lindium, pero los vegtenos sufrieron grandes bajas en el choque con la infantería de Lindium y se replegaron desordenadamente. Mientras tanto, Menkrod perseguía al señuelo de Lindium, que les atrajo a la colina, siendo recibidos por centenares de flechas y luego chocaron contra las estacas de los defensores de la colina. Marmond, por su parte, cargó contra los jinetes de Lindium, que se replegaron para alejar a la caballería imperial del campo de batalla, pero al cabo de varios minutos, en una rápida y eficaz maniobra, los jientes se dieron la vuelta y cargaron con sus lanzas contra los caballos de Sharpast, iniciándose un cruento combate.
Choque de la caballería de los dos ejércitos
Mulkrod ordenó a los sharpatianos suplir a los vegtenos, iniciándose una lucha igualada entre ambas infanterías. Pero viendo la maniobra de los jinetes de Lindium, que desprotegían su flanco al alejar a su caballería, decidió mandar a parte de los vegtenos supervivientes contra el flanco derecho de Lindium, obligando a Nairmar a utilizar a su infantería de reserva y la caballería que había usado de señuelo para contenerlos.

Al mismo tiempo, viendo que la caballería en la colina estaba siendo duramente castigada por los defensores, Mulkrod ordenó a su hermano replegarse con los restos de su caballería, para luego acudir en ayuda de su hermano, Marmond, en el otro flanco. No obsante, el emperador decidió que tomar la colina sería vital para obtener la victoria, por lo que envió a 10.000 infantes compuestos por los vegtenos y los mercenarios de la reserva. Tenían la misión de aplastar las defensas de la colina y rodear al grueso de la infantería de Lindium por la espalda. El combate en la colina sería una carnicería.

La lucha seguía con enorme violencia en el centro, donde ambas formaciones de infantería luchaba escudo con escudo, con las lanzas levantadas buscando huecos donde hacer daño al contrario. Los combates prosiguieron de forma igualada, lo que favorecía a Sharpast, ya que contaba con más reservas que Lindium, por lo que podía permitirse una batalla de desgaste. Los soldados de Lindium, con el paso de las horas, estaban cada vez más cansados y ya no tenían compañeros que les suplieran en la línea de frente.

El combate se recrudece
En la colina las cosas no iban bien para las armas de la coalición, donde unos pocos soldados contenían en las empalizadas a la marabunta de mercenarios embravecidos que trataban de penetrar en el perímetro, creando pequeñas brechas que pronto provocarían una desbandada general. Ante ello, Dulbog pidió refuerzos urgentes para ayudar a contener al enemigo en la colina. Nairmar, ya sin reservas, se vio obligado a prescindir de una parte de las tropas de Landor de retaguardia, ya que estaban más cerca de la colina para acudir rápidamente, pero de ese modo debilitaba el flanco izquierdo. Había creado un punto débil en la línea defensiva de Lindium.

El emperador, sabiendo que el enemigo estaba ya agotado y sin reservas, y viendo que enviaban a parte de su infantería a apoyar a los defensores de la colina, decidió mandar a los mercenarios y a los vegtenos que quedaban para unirse a los sharpatianos y dar el golpe de gracia. Los mercenarios participaron con ímpetu, golpeando con fuerza con sus grandes hachas, quebrando los escudos de los infantes de Lindium, que empezaban a estar agotados. El propio Imril participó en los combates, abatiendo a muchos enemigos, pero fue muerto por Glorm en un combate singular. No obstante, Glorm no pudo contener a la ingente masa de mercenarios, sharpatianos y vegtenos que se cernieron sobre él, permaneciendo en el sitio mientras era rodeado y luego abatido por docenas de enemigos, llevándose a muchos de ellos con él.
Glorm luchando contra decenas de enemigos antes de caer abatido

Todo el flanco izquierdo de Lindium se desmoronaba, incapaz de resistir más tiempo el embiste del enemigo. La batalla parecía perdida; si la infantería de Landor seguía retrocediendo el resto del ejército sería rodeado y masacrado. No obstante, en un alarde de valor, Nairmar, junto Arnust, Halon y Maorn, además de varios oficiales y escoltas, fue corriendo al flanco izquierdo para intentar detener el repliegue. Para animar a los desmoralizados soldados de Landor, cargó con la espada en mano contra los confiados infantes de Sharpast, animando a los soldados, que se unieron a sus oficiales, deteniendo el repliegue y contraatacando con fuerza. El frente se estabilizó de nuevo.

Momentos finales de la batalla
Con la batalla a favor de las armas imperiales, sucedió algo que no esperaba ninguno de los contendientes: la caballería imperial había sido derrotada por los jinetes de Vanion que, aunque en inferioridad numérica, habían podido poner en fuga al enemigo tras una larga y dura batalla.

Cuando Mulkrod supo de aquel desastre se vio obligado a ordenar la retirada para salvar a su ejército de un desastre mayor, huyendo él mismo del campo de batalla. Su ejército, sorprendido por aquella extraña orden cuando estaban ganando la batalla, se retiró de forma desordenada, pero no fueron perseguidos por los diezmados y agotados infantes de Lindium, que observaron anonadados cómo sus enemigos se retiraban. Los mandos de la coalición no reaccionaron temiendo una treta del enemigo, por lo que ordenaron mantener las posiciones. Pero cuando la infantería había recorrido sólo la mitad del trayecto hasta su campamento, los jinetes de Lindium aparecieron a su espalda y cargaron contra el ejército en desbandada, provocando una matanza aún mayor que la que se había producido en la batalla.
 
Varias unidades de caballería imperial, lideradas por los hermanos del emperador, salieron del campamento para cubrir la retirada del resto del ejército imperial, deteniendo a la caballería de Lindium, que se retiró al no recibir ningún apoyo. 

La cabellería de Lindium ataca a la infantería imperial en retirada
Casi la mitad del ejército de Sharpast reunido en los Llanos de Goldur para la batalla pereció aquel día o fue herido en combate, pero la otra mitad sobrevivió y estaba en condiciones de seguir la lucha, habiéndose evitado un desastre mayor para la causa imperial, que podía haber obligado al Imperio a firmar un armisticio desfavorable con los reinos de occidente.

Conclusión

La derrota de Sharpast en el campo de batalla no fue total, pues la mitad del ejército sobrevivió y se reagrupó en el campamento imperial. Esto, sumado a la llegada de un ejército de refuerzo, liderado por el general Darwast, hizo que la ventaja obtenida por el ejército de Lindium el día anterior no sirviera para nada. Fue una victoria táctica y una derrota estratégica para el ejército de la coalición, que tuvo que retirarse al encontrarse de nuevo en inferioridad numérica y con miles de heridos y muertos a sus espaldas para reorganizarse más cerca de su línea de abastecimiento.

La batalla más sangrienta
Para el Imperio supuso perder la imbatibilidad de su ejército y un toque de atención para su emperador, que estuvo a punto de perder en un solo día todo lo que sus antepasados habían contruído. A partir de ese momento, los movimientos imperiales se harían planificando bien todos los aspectos de la logística y con cierta precaución, lo que retrasaría unos meses la pretendida invasión de occidente por parte de los ejércitos de Mulkrod. Pero ahora, con los 50.000 hombres de refuerzo traídos desde el norte por Darwast, con los restos del derrotado ejército en Goldur y con las nuevas levas reclutándose, el Imperio se preparaba de nuevo para la ofensiva, con la intención de expulsar al invasor de sus tierras.